La importancia de planificar
¿Qué es planificar? Te contamos algunos errores comunes, cómo iniciar y sus beneficios.
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Muchas veces posponemos tareas, se nos olvidan anotarlas, o simplemente no las tomamos en cuenta en nuestra rutina de planificación.
En la teoría, planificar y organizarse en un calendario implica establecer objetivos y prioridades, y luego asignar tiempo específico para llevar a cabo esas actividades dentro de un marco de tiempo determinado, ya sea semanal o diario. Es una forma de gestionar tu tiempo y recursos de manera efectiva para lograr tus metas y objetivos.
Errores cuando planificamos
Saturar el calendario de tareas: Intentar abarcar demasiadas tareas en un período de tiempo limitado puede llevar a la sensación de agotamiento y a una menor productividad.
No priorizar: No todas las tareas son igualmente importantes. Prioriza según urgencia e impacto.
No dejar espacio para imprevistos: Es importante dejar tiempo extra en tu agenda para manejar imprevistos que puedan surgir durante la semana.
Falta de flexibilidad: La vida es impredecible. Deja espacio para ajustes y cambios inesperados.
Estrategias simples para empezar a planificar
La planificación no es algo estático, sino que debe adaptarse a medida que surgen cambios
Identifica tus objetivos principales: Define cuáles son las metas más importantes que deseas lograr durante la semana. Esto puede incluir tareas laborales, personales o de cualquier otro tipo.
Haz una lista de tareas: Enumera todas las actividades que necesitas realizar durante la semana. Luego, clasifica estas tareas según su importancia y urgencia. Esto te ayudará a visualizar todo lo que tienes que hacer y a priorizar.
Divide en bloques de tiempo: Asigna bloques de tiempo específicos para diferentes tipos de actividades (trabajo, estudio, descanso, etc.). Asegúrate dejar espacio para imprevistos y descansos.
Revisa y ajusta: Revisa tu planificación semanal al comienzo y al final de cada día para asegurarte de que estás en camino para cumplir tus objetivos. Ajusta tu agenda según sea necesario, no te sobrecargues de tareas.
Utiliza herramientas digitales o físicas: Puedes usar aplicaciones de calendario, calendario de papel o una agenda. Encuentra lo que funcione mejor para ti.
Utiliza técnicas de priorización: Existen diferentes técnicas de priorización, como la matriz de Eisenhower o el método Pomodoro. Encuentra la que mejor se adapte a ti y te ayude a identificar las tareas que priorizarás.
Al inicio puede ser difícil aplicar este hábito de planificar, y por eso queremos que puedas tener una plantilla para tu Planificación Semanal personal, así será más fácil definir tus objetivos a corto plazo y te sorprenderás de los resultados. Con la posibilidad de imprimir y compartir las veces que desees.
TIP: Si no vas a hacer una tarea, no la pongas en tu plan/calendario.
La planificación te ayuda a mantener el rumbo y a tomar acciones concretas hacia tus metas.
¿Cómo planificar mejor, de forma semanal o diaria?
Pues eso es una decisión muy personal porque depende de la energía y prioridades que tengas. Aunque por facilidad de flujo de trabajo, tiempo personal y de descanso, en muchos ámbitos van de la mano para una planificación con éxito.
Lo importante es encontrar la forma que funcione mejor para ti, si planificar de forma diaria o semanal; puedes probar ambas opciones y ver cuál te resulta más cómoda y efectiva.
Honra tus planes, así tendrás más confianza en ti mismo.
Al tener una planificación clara y estructurada, reduces la sensación de estrés y ansiedad relacionada con las tareas por realizar.
Beneficios de planificar
Enfoque en objetivos: Tener una guía de las actividades planificadas, te permite visualizar lo que necesitas hacer para alcanzar tus metas.
Prioriza: Dedicar unos minutos para orientarnos de las tareas a realizar, lo que te permite priorizar y enfocarte en lo que realmente importa.
Organiza: La planificación te ayuda a organizar tus tareas de manera estructurada, lo que te permite aprovechar mejor tu tiempo y recursos. Asignar el tiempo a cada tarea.
Flexibilidad: Aunque pueda parecer contradictorio, una buena planificación también te brinda la flexibilidad necesaria para adaptarte a cambios inesperados y gestionar imprevistos de manera efectiva.
Mayor productividad: Saber qué hacer y cuándo, te hace más eficiente, te permite priorizar tus tareas y optimizar tu tiempo.
Menos estrés: Tendrás una visión clara de tus tareas, de saber cómo y cuándo realizarlas.
Mejor toma de decisiones: Priorizar te ayuda a elegir sabiamente.
Ahorro de tiempo: Evita la pérdida de tiempo indeciso sobre qué hacer. Programa tiempos para "imprevistos", dejando así tiempos en blanco y saca tiempo para las comidas y descansos
Diviértete con los tiempos para ti,
haz algo que te guste y te haga feliz.
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